Alemania se une a Malta y Luxemburgo como el último país de la Unión Europea en legalizar el consumo personal de marihuana. Esta decisión histórica ha sido el resultado de un largo proceso político y social. La nueva legislación permite a los adultos poseer y consumir marihuana en cantidades limitadas para uso personal. Además, Alemania está preparando el terreno para la creación de clubes de cultivo privados, similares a los de España, antes del 1 de julio de 2024.
Este cambio ha sido un tema candente dentro del gobierno de coalición tripartito. Mientras los Verdes y el Partido Demócrata por la Libertad han estado a favor de la legalización, miembros del Partido Socialdemócrata han generado resistencia, liderados por el canciller Olaf Scholz. El proceso burocrático experimentó retrasos antes de la votación final. Sin embargo, el Ministro de Salud, Karl Lauterbach, ha mantenido su convicción de que la ley sería aprobada y entraría en vigor en abril.
La nueva legislación establece restricciones importantes para proteger a los menores, como la prohibición de comprar, poseer o cultivar marihuana para menores de 18 años. También se han establecido directrices sobre la cantidad de marihuana que un adulto puede poseer y cultivar, así como la distancia mínima para consumirla cerca de áreas sensibles como escuelas y parques. Los clubes de marihuana en Alemania estarán limitados a 500 miembros, todos ciudadanos alemanes, y funcionarán principalmente como puntos de venta sin permitir el consumo en el lugar. Además, se están estableciendo directrices para la futura venta comercial de marihuana, aunque esto sigue siendo un proceso en desarrollo.
A pesar de la aprobación de la legalización de la marihuana, sigue habiendo críticas y preocupaciones. Algunos miembros del gobierno y la sociedad expresan preocupaciones sobre los posibles efectos negativos en la seguridad y la salud pública. En resumen, la legalización de la marihuana en Alemania representa un cambio significativo en la política de drogas del país y refleja una tendencia hacia políticas más progresistas en Europa. Sin embargo, aún quedan preguntas por responder y regulaciones por establecer mientras Alemania avanza hacia un nuevo capítulo en su relación con la marihuana.