Fumar hierba provoca una sensación de placer y liberación que todos conocemos, sin embargo los efectos varían considerablemente en potencia y naturaleza dependiendo de diversos factores, algunos de los cuales veremos a continuación.

Lo primero a tener en cuenta sería nuestra predisposición y el momento, es decir: el estado mental que tenemos antes de fumar y el escenario en el que lo realizamos. Si estamos alterados o tranquilos antes del consumo, el lugar y la gente que nos rodea, si hay música o no, etc. Con ambos factores el efecto al consumir puede ser relajante o provocarnos malestar y ansiedad, independientemente de la variedad que fumemos.

Otro factor a tener en cuenta es la frecuencia de uso. Como popularmente sabemos: cuanto mayor sea la regularidad, menor será el efecto del subidón. Por lo que fumadores casuales notarán una diferencia mucho mayor al fumar, mientras que los que fumamos diariamente no tendremos un cambio tan drástico. También son importantes las experiencias previas y si las hemos disfrutado o nos han provocado malestar, ya que condicionará nuestra actitud al fumar.

El tamaño del consumidor por supuesto también marca una diferencia. Cuanto mayor sea el peso del individuo más alta ha de ser la dosis para provocar el mismo efecto. Esto ocurre con todas las sustancias y el cannabis no es una excepción. El metabolismo, o la velocidad que tiene nuestro organismo para procesar la marihuana es otra cuestión de importancia con sus efectos.

Si hacemos ejercicio curiosamente aumentarán los efectos al fumar debido a la interacción del THC con las endorfinas creadas por la actividad física y a la frecuencia cardíaca que permite el transporte de la sangre al cerebro más rápidamente. Este efecto es mayor si acabamos de hacer una actividad física justo antes de fumar.

La alimentación como siempre resulta determinante, con algunos alimentos como el mango que mejoran la recepción de los cannabinoides. Por otro lado, fumar con un nivel de azúcar bajo y el estómago vacío provocará con frecuencia un efecto desagradable que nos fastidiará el subidón.

Como vemos, hay muchas formas de mejorar (o empeorar) la respuesta de nuestro cuerpo al fumar marihuana. Y aún existen muchas más, como por ejemplo obviamente el método que utilicemos para consumir y la calidad del propio material.